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El fenómeno Chat ¿ problema o desafio?

Lengua fueraEl fenómeno chat tiene preocupados a psicólogos, especialistas en comunicación, sociólogos, a los expertos en mercadotecnia, y por supuesto, a los padres de familiaque ven cómo sus hijos abandonan la televisión (TV) para pasarse las horas conversando en internet. Cada vez son más frecuentes los comentarios de alarma frente a todo tipo de anécdotas, por ejemplo, sobre personas que pueden mantenerse en el "chat" durante horas y horas mientras trabajan (o hacen como que...). Incluso hay padres de familia y maestros que prohiben a los jóvenes ingresar a un sitio de chat por la información a que pueden estar expuestos. En mi opinión, la censura y la prohibición no son la solución, porque con ello solamente estamos atacando los síntomas de ese tipo de problemas. Me parece que la causa del auge de las conversaciones vía internet tiene que ver con un problema fundamental de nuestras formas de vida urbanas actuales: las grandes deficiencias en los niveles de comunicación interpersonal, institucional y masiva. Y este es precisamente el punto en donde el chat aparece y cobra importancia. El chat nos permite eliminar distancias geográficas, pero también otro tipo de distancias, como las afectivas e intelectuales. Sobre ellas no abundaré porque ya las trató el Lic. Samuel Bonilla en su última colaboración para Pulso. De aquí en adelante me referiré principalmente a esas "distancias afectivas" porque me parece que son cruciales para comprender el fenómeno chat. En general nuestra comunicación con los otros es superficial e incompleta. Es obvio que no podemos comunicarnos con todos aquellos que nos rodean al mismo nivel. Pero también es obvio que incluso la calidad de la comunicación interpersonal cotidiana (familiar, amorosa, amistosa, laboral) suele ser muy baja.

El chat, al borrar prácticamente las barreras y prejuicios derivados de las "apariencias", permite una comunicación más libre, y a veces, más cercana, en mucho menor tiempo del "normal" y con muchas facilidades "logísticas". Con las ventajas y desventajas del anonimato (voluntario, pero generalizado en el chat), es posible intercambiar puntos de vista sobre todos los temas, incluyendo aquellos considerados difíciles. Pero aunque en general se recomienda mantener el anonimato, por razones de seguridad, éste también genera un riesgo, porque permite establecer una relación prácticamente sin compromisos implícitos o explícitos.

Por estas razones, me parece que riesgo del chat es más de tipo afectivo que informativo. No creo que en el chat los jóvenes estén expuestos a información más perniciosa de la que reciben por todos los medios de comunicación masiva, institucional e interpersonal a su alcance, en particular, la TV y la prensa escrita. Pero sí pienso que una persona que no tiene satisfechas sus necesidades básicas de comunicación es altamente vulnerable en el chat, en cuanto a sus sentimientos, emociones, actitudes y expectativas frente a los demás. Creo que la solución no es prohibir el chat ni censurarlo. Lo importante es mejorar la calidad de la comunicación en nuestra vida cotidiana. Con ello podemos prevenir los problemas y riesgos mencionados, y evitar que el chat se convierta en un mecanismo compensatorio como lo es ya de facto la televisión. Si conocemos a alguien que parece haberse enajenado con el chat es imprescindible mantener o mejorar la comunicación con él. Si nuestros hijos comienzan a estar en contacto con ese medio, es necesario mantener o mejorar la comunicación con ellos, y proporcionarles el tipo y cantidad de conversación que exigen, a veces más calladamente de lo que nos imaginamos. Creo que ésa es la mejor forma de afrontar el chat, de manera que podamos aprovechar todas las ventajas de este medio inédito y pionero.
Beso

1 comentario

liliana -

compañera ud. com siempre luciendo con sus articulos. siga adelante